Un compañero al cual, un perro le mordió la cabeza y una mano, tiene una discapacidad mental y motora. Cuando se expresa o escribe parece un niño de 6 años. También juega al fútbol y es muy bueno aunque la mano le impide hacer algunas acciones, él es FELIZ. Cuando una persona normal con alguien especial se siente diferente y se anima a aprender, a enseñar, la gente que lo ve se da cuenta de sus problemas y se ríen y les molestan. A estas personas les diría que se pusieran en su lugar.