Las personas con discapacidad me hacen ver las diferencias y semejanzas; porque cada uno llega a un nivel en ciertos campos y todos somos personas capaces de esforzarnos, de querer, de sentir y por tanto con los mismos derechos. Me hacen ser más paciente, aprender a hacer las cosas con más tacto, cuidado y cariño. Dan mucha felicidad. No solo me lo aportan a mí, son una parte fundamental para la clase y el entorno. Nos hacen ser más PERSONAS y tener más valor HUMANO.