Mi experiencia con personas discapacitadas ha sido siempre buena pues desde pequeño me he relacionado con gente de ese calibre. Son muy buenas y al ayudar no se lo piensan dos veces. En principio al hablar con ellos el que más problemas para expresarme era yo, ya que me sentía muy incómodo. Actualmente se relacionarme con ellos como personas normales, lo que son.