¿Cómo se puede aplicar la inteligencia emocional y la creatividad que aportan las personas con discapacidad intelectual al emprendimiento? Es la pregunta que se han hecho desde Álava Emprende y la respuesta, en parte, se ha buscado en un taller que ha sentado en la misma mesa a personas emprendedoras con personas discapacitadas para juntos construyeran y compartieran.
El objetivo ha sido descubrir nuevas visiones, aportar ideas frescas y para romper esas barreras invisibles que siguen instauradas en nuestra sociedad. Y las herramientas para ello han sido una mesa y piezas de lego con las que construir.
“Yo construí la oficina en la que trabajo donde estamos mi compañera y yo”, nos cuenta Oliver López de Silares, que trabaja en Michelín desde hace más de 5 años y que forma parte de la asociación Har Eman. Oliver compartió taller con Anna Ropero, una emprendedora que está apunto de alumbrar, junto a su socio, un obrador de pastelería libre de gluten. “El taller ha sido muy emocionante”, nos contaba, “es un colectivo que aporta otra forma de ver el trabajo, la vida”
Una jornada en la que también ha tomado parte la Fundación Michelín que destina parte de sus fondos a incentivar entre las empresas la contratación de personas con discapacidad. “El pasado año tan solo una empresa solicitó la ayuda”, nos cuenta Felix Sanchidrián, su director general, que espera que poco a poco esa cifra de un vuelco.
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